Guía de alimentación saludable

Enfermedades cardíacas. Estas enfermedades se caracterizan por un aumento de lípidos en sangre, que pueden dificultar el paso de esta o incluido obstruir las arterias y provocar graves problemas. Para prevenirlo hay que reducir el consumo de grasas saturadas y trans como los fritos y los procesados, aumentar las grasas insaturadas como la ingesta de aceite de oliva virgen extra, el aguacate, etc., disminuir el consumo de azúcares simples para un descenso de los triglicéridos en sangre y para evitar una bajada de colesterol HDL (bueno) e incrementar la ingesta de fibra como serían fruta y verdura.

Diabetes. Esta enfermedad se basa en la falta de producción de insulina por parte del cuerpo y esto puede provocar subidas y bajadas inesperadas de azúcar. El tratamiento dietético se basa en el aumento del consumo de fibra como es la verdura y las hortalizas, potenciar los granos integrales como el arroz integral, avena, etc., incrementar los alimentos ricos en proteínas como las carnes magras, fruto secos, legumbres, tofu…, y limitar el consumo de azúcares simples presentes en los dulces, zumos, refrescos, etc.

Celiaquía: Esta patología se caracteriza por una intolerancia permanente al gluten, que atrofia la mucosa intestinal, provocando mal estar, diarreas y vómitos, entre otros. El tratamiento a seguir es sencillo, puesto que se limita a eliminar el gluten de nuestra dieta, alimentos como el trigo, la espelta, la avena o la cebolla son ejemplos a evitar. Se tiene que decir que hoy en día existen alternativas sin gluten para poder sustituir los alimentos anteriores.

Hipotiroidismo. Esta enfermedad se caracteriza por la disminución de las hormonas tiroideas t3 y t4, estas tienen un papel importante en la regulación del peso y del metabolismo.
El tratamiento dietético pasa por un control de las calorías y el peso, puesto que el hipotiroidismo hará que ganamos peso con facilidad, potenciar los alimentos ricos en yodo como la sal yodada y algas y evitar los alimentos biógenos como pueden ser las crucíferas (col, coliflor, brécol, etc.). También hay que reducir el consumo en soja, puesto que contienen isoflavonas, que interfieren con las hormonas tiroideas.

Hipertiroidismo. Si con el hipotiroidismo se deja de generar la producción de hormonas t3 y t4 ahora pasa el contrario, se genera un exceso y descontrol en la regulación de estas dos hormonas. Los consejos dietéticos con esta enfermedad son los contrarios que con el hipotiroidismo, nos basaremos al reducir la ingesta de yodo, y aumentar los alimentos biógenos.

Insomnio. Si bien es cierto que el insomnio puede ser causado por muchos motivos, hay ciertos alimentos que pueden procurar un mejor descanso y una mejor conciliación del sueño. Reducir el consumo de alcohol, puesto que puede producir alteraciones en los ciclos del sueño, eliminar la cafeína y otros estimulantes como mínimo seis horas antes de ir a dormir, potenciar proteínas e hidratos de carbono en la hora de cenar intentando evitar las grasas e incorporar fuentes de hierro, magnesio y vitamina B-12 que nos ayudará en la hora de regular los ciclos de vigilia-sueño del cuerpo.

Anemias: Hay de muchos tipos, pero todas tienen en común la disminución de hemoglobina en sangre, esto afectará el oxígeno que transporta la sangre por el organismo. Para mejorar los síntomas y revertir la anemia es importante introducir alimentos ricos en vitamina C, B6, B9, B12 y hierro; algunos alimentos que podemos promover son: can rojas, de ave o peces y cítricos como el limón o la naranja. Tenemos que evitar tomar grandes cantidades de fibra, y estimulantes como el café o el té.

Menopausia. A pesar de no ser una patología, es un momento de la vida donde suceden una serie de cambios que pueden afectar nuestro día a día y con una alimentación adecuada podemos paliar algunos de los síntomas.
Con la menopausia llega una bajada del metabolismo, por eso habrá que reducir las calorías totales. También será necesario aumentar la ingesta de calcio y sodio para reforzar los huesos, esto lo conseguiremos introduciendo más lácticos o bebidas fortificadas en calcio y aumentando la ingesta de verduras y hortalizas, finalmente aumentar la ingesta de grasas saludable como serían los del pez azul, aguacate, frutos secos y aceite de oliva nos ayudará a mejorar la producción de estrógenos.